La actual coyuntura climatológica, obliga a mantener una cultura de ahorro de agua y electricidad para prevenir situaciones que pudieran ser dramáticamente graves. La disminución de los niveles en lo grandes embalses que surten de electricidad al país, como el caso del Guri, empiezan a tornarse preocupantes, ya que este último ha bajado mas de 20 metros en la últimas semanas, con su consecuente efecto en la producción de energía eléctrica. En el caso del Sistema Andino actualmente, el embalse de Uribante Caparo disminuye a un ritmo de 12 cm diarios, pero es de esperar que ese ritmo aumente, si el GURI se ve afectado por la sequía.
Algunos dirigentes políticos irresponsables han tratado de minimizar el problema, en su continuo juego de caos y destrucción, sin embargo es obvia la situación de falta de lluvia que actualmente sufre Venezuela, como consecuencia del fenómeno del Niño, entre otras causas. Es muy difícil pronosticar como evolucionará la situación, puesto que los cambios en el clima son tan grandes, que los registros históricos sobre su comportamiento, poco aportan a un pronóstico confiable. Lo sensato es ahorrar para prevenir males mayores.
